Terapias Asistidas con animales, Fundación Centro Dominicano de Hipoterapia

Fundación Centro Dominicano de Hipoterapia

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Los cuidados del perro de terapia

Los cuidados del perro de terapia

Según el estudio publicado por la Asociación Americana de Hospitales de Animales, los coterapeuta caninos requiere de cuidados específicos en diversos aspectos de su vida. Debido al estrecho contacto que mantienen con  los usuarios, estos perros deben seguir pautas particulares de salud. Entre estas pautas se destaca la necesidad de aplicar un régimen de desparasitación tanto interna como externa,  que debe ser más frecuente que en perros que no desempeñan este tipo de labor. Asimismo, es imperativo que las vacunas se administren anualmente y con rigor, puesto que que esto no solo preserva la salud de los perros, sino que también protege a los pacientes de enfermedades zoonóticas. Por ello, se recomienda que el veterinario este plenamente  informado del trabajo que realiza el coterapeuta canino.


Con respecto a la alimentación , es de vital importancia que esta sea equilibrada y que se evite incluir alimentos crudos. Además, se debe tomar  en cuenta la cantidad de golosinas ofrecidas durante cada sesión  en cada sesión para prevenir el sobrepeso. 
Otro aspecto a considerar es la higiene. Los perros deben  ser cepillados diariamente, bañados periódicamente y llevados al veterinario para realizar limpiezas dentales profunda una o dos veces al año. También es esencial mantener las uñas del animal recortadas adecuadamente.
Los perros de terapia  pueden estar expuestos a situaciones de estrés durante las sesiones de intervención. Por esta razón , el manejador debe estar muy atento para detectar los primeros signos que indiquen que  el perro no está disfrutando de la experiencia terapéutica . Estos indicadores se conocen como Señales de Calma o Señales de estrés, que comprende  una serie de comportamientos que los perros manifiestan  cuando se sienten incómodos en una situación dada. Entre  estas señales se incluyen el bostezo mas frecuente de lo habitual, el sacudido del cuerpo en múltiples ocasiones, el giro de la cabeza hacia un lado, la conducta hiperactiva, el movimiento de la cola, el estiramiento y en casos mas graves,  el vómito y la diarrea. Es importantes señalar que no todos los perros expresan las mismas señales; por lo tanto, el manejador debe tener un profundo conocimiento de  las señales específicas de su perro para retirarlos de cualquier circunstancia que le cause estrés.


Asimismo, los períodos de descanso, juego y recuperación, también son fundamentales para el bienestar emocional del perro. el uso de elogios, caricias y momentos de juego, genera sensaciones positivas en relación con su entorno de trabajo y fomenta el vínculo relacional con su manejador, que  debe estar basado en la confianza mutua y el afecto, dado que el manejador o técnico, es el referente del perro.
Es esencial que el manejador opere de manera ética y siempre priorice el bienestar del coterapeuta. junto con el médico veterinario, debe estar atento a cualquier dolor o lesión que pueda afectar el rendimiento del perro y causarle sufrimiento innecesario. 
El contexto terapéutico debe constituir  un espacio seguro y acogedor para todos los participantes, y por ende, la salud emocional de nuestros coterapeutas representa  punto primordial a considerar.




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